lunes, 10 de enero de 2011

Nuestro lunes-miércoles

Mi hermano del alma está por estos lares. Ya habíamos quedado en vernos un día sin prisas, para dedicárnoslo a nosotros. Quedamos en que sería el lunes, de ahí que lo llame como nuestros anteriores miércoles, amalgamándolo.

Si se presumía pleno, intenso, confidencial y cómplice; ha sido aún más.

Antes incluso de la hora acordada ya estaba allí, esperando. Creo que por primera vez (buen inicio). Hemos dado alguna vuelta buscando un cajero y a continuación al sitio del almuerzo, previamente rebuscado en mi memoria. Cuando yo andaba por la mitad del especialísimo bocadillo de lomo que preparan allí, él ya había terminado. O sea que le ha gustado.

Después a compartir sensaciones, instantes, imágenes que estaban en mi retina y que ahora están en ambas; en ese pequeño pueblo al que ya tengo un especial cariño y del que hoy hemos participado. Además con el especial condimento de que Patricia nos ha enseñado su hermosa casa, en venta. Ella es una señora inglesa, dignísima, guapísima (¡cómo debió ser cuando joven, dios!), y tremendamente educada.

Ella hablaba, mi hermano y yo escuchábamos y hacíamos planes mentalmente y de palabra. ¡Qué maravilla de casa, de espacios, de decoración y de posibilidades! Comienzo a pensar en que va a ser mi destino pronto, muy pronto.

Con pena, tras recorrer cada rincón del pequeño lugar, una cerveza en el pueblo vecino y regreso a casa a través de la ciudad del Arnadí, donde nos detuvimos a tiempo de comprar un par de ellos para el postre.

Alubias estofadas, langostinos, jamón y Coto de Imaz del 97. Ummm... ¿Podía pedirse más?

Durante el viaje, tanto de ida como de vuelta, nuestras confidencias; aquéllas que hacía miles de años que no habíamos podido hacernos. ¿Qué puede decirse cuando estás contando algo tan íntimo y tu acompañante acaba las frases, pone los broches, acierta en los desenlaces? Puritita magia. Ese amor de hermanos que cada día crece y crece a pesar de la distancia.

Estamos al día. Repetiremos esta misma semana. Es mi hermano del alma y lo quiero mucho más.




 Que quede entre nosotros

No hay comentarios: