martes, 30 de noviembre de 2010

El día que me quieras

Hoy, al regreso de mi cada vez menos llevadera rehabilitación, volvía canturreando esa canción, como si lo hiciera a su oído, como si pudiera oírme y aunque sus ojos sean claros y no negros.

Aquí está aunque sin mi voz, claro.

Acaricia mi ensueño
el suave murmullo de tu suspirar.
Como ríe la vida
si tus ojos negros me quieren mirar.
Y si es mío el amparo
de tu risa leve
que es como un cantar,
ella aquieta mi herida,
todo todo se olvida.

El día que me quieras
la rosa que engalana,
se vestirá de fiesta
con su mejor color.
Y al viento las campanas
dirán que ya eres mía,
y locas las fontanas
se contarán su amor.

La noche que me quieras
desde el azul del cielo,
las estrellas celosas
nos mirarán pasar.
Y un rayo misterioso
hará nido en tu pelo,
luciérnaga curiosa que verá
que eres mi consuelo.

El día que me quieras
no habrá más que armonía.
Será clara la aurora
y alegre el manantial.
Traerá quieta la brisa
rumor de melodía.
Y nos darán las fuentes
su canto de cristal.

El día que me quieras
endulzará sus cuerdas
el pájaro cantor.
Florecerá la vida
no existirá el dolor.

La noche que me quieras
desde el azul del cielo,
las estrellas celosas
nos mirarán pasar.
Y un rayo misterioso
hará nido en tu pelo.
Luciérnaga curiosa que verá
que eres mi consuelo.



Pues eso, que daría lo que fuera de mí para que se hiciera realidad.


Que quede entre nosotros

sábado, 27 de noviembre de 2010

Allá donde se cruzan los caminos

Más lejos del dolor, de la amargura;
allá donde anida el calor de las brasas,
junturas de afectos y armonía

ojalá encontraras el camino.

Tiemblo de solo imaginarlo
en un momento que adivino mágico.

Quintaesencia de noches y de días;
uliginoso espacio donde crecer de nuevo.
Inmoble corazón atado
estrechamente a la verdad eterna.
Roca que se deshace en arenales,
otario fui, mas aún te quiero.



Que quede entre nosotros

jueves, 25 de noviembre de 2010

Día contra la violencia de género

A veces los gobernantes son un tanto primitivos con los títulos que otorgan a las cosas. Uh, Uh, Uh...

Día contra la violencia familiar. Día contra la violencia en el hogar. Creo que infinitamente más acertados.

Pero eso sí: ¡Ni un solo muerto más! ¡Ni un maltrato más!

¿Qué hace que personas que se prendaron la una de la otra lleguen a odiarse hasta el extremo de eliminarse físicamente? ¿Qué los lleva a actuar así?

¿Qué da derecho a nadie a querer cambiar la forma de ser, vestir, mirar; de otra persona que además, presumiblemente, le gustó cuando y como la conoció? ¿Qué derecho tiene a si no lo consigue, utilizar la violencia para eliminar la dignidad, la autoestima, el derecho a ser feliz que tiene cualquier ser humano?

A veces, días después, semanas después, meses después de los primeros efluvios; las cosas no son como uno las había imaginado. Es un error propio y uno mismo ha de asumir sus errores. No hay que imaginar. No hay que inventar. Te tiene que gustar lo que ves, lo que sientes, la persona que tienes al lado. Si no es así, hay que marcharse, antes del primer grito, antes de faltarse al respeto... Irse, seguir el propio camino. Nunca, nunca, nunca, atentar contra la dignidad de tu pareja, de tu amiga, de tus hijos... Hay que darse cuenta de que se cometió un error que no somos capaces de reparar y el único camino es alejarse de allí, del lugar en que uno no desea estar porque inventó algo inexistente e imposible.

Sí sé que son un montón de preguntas. Y todas tienen la misma respuesta: Si no eres capaz de respetar: LÁRGATE.

¿Tan difícil es? ¿Qué quieres, que porque las cosas no han rodado como imaginabas, como deseabas, como ambicionabas TÚ, y sólo tú; castigar a la otra persona por tus propios errores?

La pareja es un lugar de encuentro, o debería serlo. Nunca un lugar de desencuentro. La pareja debe servir al proyecto único de crecer juntos. JUNTOS. Pero sé que la orfandad de cultura, la escasa formación, los problemas económicos a que nos someten nuestros dirigentes, unos y otros; son los grandes causantes.

Luego esos mismos políticos se encargan de legislar para castigar, para envilecer aún más a quienes se hicieron cargo de una situación sin preparación, sin currículum...

Es mucho más hermoso amar que odiar. Amemos pues.

No a la violencia. De ningún tipo, de ningún género. No. NUNCA.

Que quede entre nosotros

martes, 23 de noviembre de 2010

Todos esos días

Me gustan todos esos días.

Los que furtivamente ocultábamos nuestra presencia de miradas curiosas, frente a una fábrica o algo parecido; y transformábamos aquel lugar y aquellos momentos en la más hermosa tarde. Y nos sacudíamos la tensión acumulada conversando y adornándolo con besos y abrazos; también cigarrillos... Va, el último. Era tarde aunque nunca era demasiado tarde. Y luego, como trenes que avanzan hacia distintas estaciones, esa última mirada, ese último beso lanzado al calor y al frío de la noche... Y tu sonrisa. Y mi sonrisa.

Los que llegabas temprano de regreso del trabajo y aún nos daba tiempo de capturar juntos los últimos rayos del sol para nosotros, sin ocultarnos, con orgullo, con alegría. Y oreábamos tu tensión compartiéndola, sintiéndola y orientándola hacia espacios más positivos, más armoniosos; creciendo...

Aquellos en que me rescatabas de mis idas y venidas al mecánico, comunicándonos cualquier eventualidad cualquier proyecto, cualquier victoria, en el regreso a casa. Juntos.

Los que nos brindaban cenas maravillosas condimentadas con ternura, frescura, calidez, ingenio, paz y amor... Enormes ingredientes que emanaban de nosotros sin esfuerzo.

Y hoy, sería estúpido decir que no sé porqué; un día aciago, cuajado de estrés y largas esperas hospitalarias, el recuerdo de todos esos días ha cambiado el decorado, el paisaje, la geografía del día.

Shhh

Que quede entre nosotros

sábado, 20 de noviembre de 2010

Ya la he visto

Sí, la tarde pasada (ahora me doy cuenta de que era viernes): Siete mil días juntos, de Fernando Fernán-Gómez. Un caleidoscopio de vidas y personajes que reflejan perfectamente en clave de humor negro, las relaciones de pareja.

La película me ha gustado de principio a fin, aunque si he de quedarme con algo en especial es con la frase de Cervantes que se revela sobre la sábana que eleva Agustín González al final de la película, insinuándonos su próxima necrofilia: "En los reinos y en las repúblicas bien ordenadas había de ser limitado el tiempo de los matrimonios, y de tres en tres años se habían de deshacer o confirmarse de nuevo, como cosas de arrendamiento, y no que hayan de durar toda la vida, con perpetuo dolor de entrambas partes".

Discrepo con mi hermano en cuanto a la dureza del film; a mí no me ha parecido duro sino un muestrario de lo que dos personas condenadas a vivir juntas son capaces de hacer para destruirse.

Viendo este tipo de películas me siento cada día más seguro de que estoy preparado para ser feliz y hacer que la persona que esté a mi lado, sea feliz.

No es presunción. Es puro y claro convencimiento.

Os la recomiendo si podéis encontrarla.


Que quede entre nosotros

domingo, 14 de noviembre de 2010

El sol, la tristeza y la muerte

Un día en el que se han confundido todas esas cosas... Un espléndido y soleado día de noviembre que ha despedido a Juan Moreno, compañero, una víctima más de esa terrible enfermedad. Y en su despedida, más compañeros de mi última aventura laboral. Las charlas estériles y llenas de convencionalismos para salir del paso; propias de estas situaciones.

Aunque también la proximidad y la calidez con otras personas. El intimismo, la confidencia; esta vez en una sola dirección, y yo el receptor.

Más tarde, mis dos ángeles y yo, monologando a tres voces... Un hecho que les es tan común como a mí y por el sufren tanto como yo. Y lo incontestable de qué se pierde leyendo unas líneas. Y en ese maremágnum de palabras, de repente me siento de nuevo náufrago y a la deriva.

No existe la rabia, ya no; sólo el deseo de tender puentes, de descorrer el velo.

La comida ha sido un placer sin comparaciones... Y los paseos; antes y después de comer. Bajo este sol mediterráneo que pretendía enjugar mis lágrimas.

No sé, aún no sé qué puede ser tan espantoso como para no merecer el perdón.

Un soleado día de noviembre en el que se han amalgamado su calidez, mi tristeza y la frialdad de la muerte.

Que quede entre nosotros 

martes, 9 de noviembre de 2010

Cuando el diablo no tiene qué hacer...

"Con el rabo mata moscas". Y eso es lo que nuestros dignos académicos han hecho con la propuesta de modificación del diccionario. ¡No te jode!, en lugar de ampliar, de embellecer; suprimen... Si es que todo se contagia, y estamos en el país de las prohibiciones.


Y de resultas, a estas alturas de mi vida, igual me toca corregirme futuros errores y dejar de acentuar "dé" cuando esté hablando del verbo dar y no de la preposición; y también guión, fíe, huí, etc., aunque nada se habla de raíz, más o té (la infusión, claro).


Pero siendo escandaloso, y buena prueba de lo que opina la gente está reflejada en la encuesta nada favorable a los cambios, que está en la página digital de El País, no lo es tanto como suprimir letras tan nuestras como la "che" y la "elle"; e incluso cambiar la "q" por "k" en otro montón de expresiones.


Manda cojones los ilustrados... Además de los numerosísimos planes de enseñanza a que nos someten nuestros ínclitos gobernantes, que llevan a nuestros estudiantes más perdidos que un hijo de puta el día del padre; ahora nos toca aprender un nuevo castellano donde las tildes van a brillar por su ausencia y es más, acentuar palabras que en su nueva concepción no tienen tilde, será según su propósito, falta de ortografía.


De verdad que cada día siento más vergüenza (¿o será verguenza en el futuro?), de vivir en este país de mierda.


¿Qué opinará de esto mi admirado Pérez Reverte?


Y esto casi que no, que se extienda... Ojalá que nosotros fuéramos todos.


Que quede entre nosotros

lunes, 8 de noviembre de 2010

Fin de semana en La Villa

El primero desde aquél que compartimos. Aquél en que por vez primera nos alejábamos de lo cotidiano y nos fundíamos en otro paisaje, en otra geografía distinta de la cotidiana. Aquel magnífico viaje, aquellos paseos, aquella intimidad tan nuestra... Las mismas fechas. Y claro, te eché de menos.

Dejar transcurrir las horas con mi hija ha sido uno de los mejores ejercicios que he realizado en los últimos meses. Todo estaba organizado, no sé si como ha salido o como se ha ido improvisando; lo cierto es que ha sido magnífico y aún tengo en mi piel y en mi alma esas hermosas horas.

Compartir espacios, lugares, charlas, tiempo... Un lujo sin peaje, con gratitud y reconocimiento. Todo, absolutamente todo, impregnado de un aroma de sensibilidad y ternura que precisaba, que urgía.

Y el clima, esa gran incógnita en esta época del año, ha sido generoso con nosotros colmándonos de sol y excelentes temperaturas. ¿Puede pedirse algo más?

¡Ah, y mis camisas! ¡Qué bonitas! Estoy deseando estrenarlas aunque claro, para ello antes deberé hacer un esfuerzo que en estos instantes concedo exclusivamente a estos menesteres y a ociar (verbo que tanto me gusta). Y el descubrimiento de las 3 preguntas de Bucay, que comencé a leer en el trayecto de vuelta.


En fin, un comienzo de noviembre realmente memorable, dulce, tierno, intimista aunque aún falte ese condimento que no sé si llegará algún día.


Mientras tanto, ya sabéis...


Que quede entre nosotros




jueves, 4 de noviembre de 2010

Irrespetuosos y tontos de los cojones

Son aquellos que sin encomendarse ni a Dios ni a su madre, te envían esas gracias en formato pps o simple texto, ciscándose en la figura de cualquier mandatario y sobre todo si éste es del PSOE.

Y son, además de irrespetuosos, tontos de los cojones, o tontas de los ídem. Porque hay que ser TONTO para enviar esas cosas a quien no sabes de qué pie cojea ni cuales son sus ideas políticas o religiosas. Dan por hecho que todos estamos contra ZP y somos más que incondicionales de los señoritos del PP.

Y sin estar ni con unos (que lo están haciendo de puta pena), ni con los otros (que dicen que lo harían de puta madre, pero que cuando tuvieron su ocasión lo único que hicieron fue engendrar este estado de "bienestar" que disfrutamos); siempre trato de ser respetuoso con todo el mundo y no hablar desaforadamente de nadie salvo que sepa a ciencia cierta que mi interlocutor es afín a mí, y ni así.

Añadiría además que son burros porque la última perla que me han enviado cuenta un chiste sin puta gracia en el que tres miembros del gobierno van a la residencia real y a la altura de Alcalá de Henares... En fin, que eso lo dice todo. Vamos, que Alcalá en el noreste y La Zarzuela en el noroeste de la capital, le valen al idiota para despotricar insultando y dejando bien claro cual es su nivel cultural.


Pero es a lo que han estado acostumbrados toda su vida, desde los tiempos del extinto; a hacer lo que se les pasaba por los cojones y a fuerza de hacerlo, sin usar el tiempo para nada más, han acabado siendo tontos de los ídem.


Jodido país. Otra vez se me ciñe esa vergüenza que no sé cómo quitarme de encima.


Shhhh.


Que quede entre nosotros

martes, 2 de noviembre de 2010

Reencuentro

Se ha producido y me siento feliz y completo. Mi hijo se conduce de otro modo, más responsable, más serio.

De cuando en cuando comemos juntos y me invita a ver sus progresos visitando la página del colegio. Lo hago. Me emociona. No parece que sea una cuestión de días porque ya lleva un mes y pico así. Deseo con toda mi alma que siga.

Entre otras cosas su primer 10 en una evaluación. Es pura magia. Es lo mejor que podía pasarle y gracias a los hados le está sucediendo.

Hablamos por teléfono, por MSN. Nos contamos nuestras cuitas y me siento feliz al tiempo que lo siento feliz.

El fin de semana próximo me voy a ver a mi hija. Es emocionante cómo lo tiene organizado todo; donde comer, tapear, ir... Estoy exultante. Por eso es que este próximo viernes no nos veremos él y yo, pero ya lo tenemos proyectado para el siguiente y me ilusiona.

Al fin las cosas se armonizan, se asientan; y todo viene de la mano de esta paz interior que siento y que no llega a estar completa por el recuerdo de mi comportamiento. ¡Qué no daría ahora porque todo estuviera en su sitio! Gozar del placer de sentir que lo hermoso que nos sucedió fuera lo único que se recordara y pudiéramos hablar con el corazón, con ese torrente de afectos que siempre sentimos. Sabiendo que cada cual está en un hemisferio diferente pero siendo conscientes a la vez de que "estamos", de que seguimos estando ahí para lo que se precise: una charla, una confidencia, una comida..., porque conozco pocas amistades de esa magnitud.

En fin, que "el hombre acabado" siempre está por terminarse, por completarse.

Pese a todo, tengo muchas razones, muchísimas razones para ser feliz. Y lo soy. Y siento que aún lo seré más, mucho más.

Que quede entre nosotros

lunes, 1 de noviembre de 2010

Gato negro

Me detengo en un mirador para hacer fotos. Paro el coche y ahí está, pequeño, menudo, cariñoso, viniendo a mi encuentro; el gato negro.

Estaba limpio, sin rasgos de enfermedad alguna y en el suelo unos puñados de pienso que seguramente quisieron lavar la conciencia de quienes lo abandonaron.

Lo he acariciado, lo he besado... Y el alma se me partía en dos cada vez que se me aproximaba. Porque esa gente pequeña y mezquina donde él creía que tenía un hogar, no tuvo miramientos para dejarlo abandonado allí. Un gato no es así de cariñoso con la gente si no está habituado al trato con ella. Y él lo es.

Y lo miraba y pensaba cómo serían sus noches ahora, a la intemperie, sin el calor de las manos que acarician, de su rincón preferido. Y pensaba en mi Ruby. Y sentía dolor por no tener más espacio, más medios y habérmelo traído.

Ha llegado más gente y se ha repetido el proceso, acercarse a ellos, dejarse acariciar, comer de su comida... Y cada vez la herida más honda, el sentimiento de rabia y frustración más desgarrador; hasta ahogarme.

No son juguetes, son seres vivos, pequeñas vidas que dependen de nosotros cuando nosotros hemos decidido quizás sin saber las responsabilidades que se adquieren, incorporarlos a las nuestras.

Juegan, se suben por las cortinas, ocupan ésta y aquella silla. Tienen derecho porque les hemos abierto nuestro corazón y nuestra casa. Tienen derecho. Nosotros no a abandonarlos, a dejarlos sin que entiendan nada a merced de un escenario que no es suyo, que no conocen, para el que no están preparados. Es mejor no recogerlos, no comprarlos, dejarlos que hagan su vida; nunca adoptarlos y abandonarlos más tarde a su suerte.

Una suerte que pasa por las ruedas de un vehículo en la noche, cuando más perdidos aún, más huérfanos que nunca, busquen cándidamente en la luz que se aproxima al dueño que añoran, que han aprendido a querer...

Estoy llorando. Porque no entiendo a la gente. Porque no entiendo su crueldad.

Estoy llorando por un gatito negro, dulce, cariñoso y huérfano de afectos.

¡Maldito país de mierda que permite que gente así ande suelta por las calles!

Buenas noches gatito. Ojalá que los hados te protejan y la próxima vez que vaya a ese mirador te vuelva a encontrar. Y llevaré comida para ti, y un montón de caricias y un millón de besos.

Que quede entre nosotros