viernes, 31 de julio de 2009

La pieza de mi amigo - Don José Larralde

La traigo aquí hoy por el respeto que me inspiraban aquellos artistas desconocidos que evocaban el DON antes de dirigirse a quienes les alimentaban de letra y música aquellas tardes de Las Peñas en el Madrid de principios de los 70, cuando aún no conocía a mi hermano aunque lo presentía...

La traigo aquí por lo mucho que nos emociona. Por lo que la hemos sentido.

La traigo porque lo quiero.

"
A mi amigo Cacho con todo el respeto y el cariño que le tengo.

La pieza de mi amigo.

La pieza de mi amigo me sacudió la cara con un chirlo de frío
que rodó por la mesa y se quedó conmigo
para dejarme solo en un siglo vacío
con palabras de nada que doblan si yo sigo
y que siguen derecho si yo busco un desvío.

La pieza de mi amigo
me pegó en la cabeza con su pared de pino
me retorció la frente desde atrás del olvido
y desde una rendija me empapó de viento,
con perfumes muy alto y goteras de trino
como un jardín de nubes y de sol florecido.

Una cama muy grande para el siempre nacido
hijo de aquellos tiempos cuando el mundo era niño
y una cama chiquita con los flejes vacíos
donde duermen sus huesos con temblor de cariño
Una dicha redonda apretada de hastío
como una frase humilde que se escapa de un libro
vuela en pos de una boca que la arranque del frío
para nacer de a poco aunque ya haya nacido.

La pieza de mi amigo
tiene un cordel de hilo donde cuelga un traje,
un gabán y un suspiro, una paloma blanca con el cuello raído
y algún remiendo flojo que transmita el retiro.
Un escritorio nuevo que cambió por trabajo,
una Remington negra que le prestó un amigo
un verso enamorado para una flor de gajo
que muestra en una foto por debajo de un vidrio

La pieza de mi amigo es del color del tiempo,
media gris, media verde o tal vez transparente
cada cosa es un pájaro con el nido cambiado
se resigna quedarse y vuela de repente.

Tiene gusto a cebolla la pieza de mi amigo
que viene desde el fondo de una olla de aluminio
son perfumes muy altos porque son sacrificios
con goteras de trino y temblor de cariño.

Hay un sobre cerrado en la mitad del vicio
sin destino de ida, ni destino de vuelta
una carilla en blanco sin miedo al desperdicio
y una paloma blanca raída pero suelta.
"

Que quede entre nosotros

viernes, 24 de julio de 2009

MI HIJO


Hasta en esto tenemos que coincidir... Sé lo que me digo.

Desde hace semanas, víctima de la frustración que produce la indolencia que lo acompaña desde la mañana a la noche, quería escribir esta página. Se me adelantó.

No sé qué hacer. No me siento fracasado, simplemente presiento el dolor ajeno. Ése seco y profundo que puede acompañarle siempre. He hecho cuanto he sabido y de haber sabido hacer más, más habría hecho. Por tanto no me hago reproches, aunque no pueda evitar esa amarga sensación en la boca del corazón cuando lo miro.

Es inteligente, buen mozo, hábil, y vago, y sordo... Con él y en él se entiende el principio de la ley del mínimo esfuerzo. Así es para todo... Con 181 de estatura, aún hay que ir tras él para que mantenga un mínimo de higiene, para que dedique un mínimo de atención a sus quehaceres, incluidos los ejercicios del verano.

¿El resto? Le gusta el rap... Bueno, como a mí me gustaban Beatles, Cream o tantos otros. No quiero entrar en comparaciones. Pero ellos no ocupaban mi vida casi al cien por cien. Me di espacio para crecer, para subir, para si no podía llegar a la cima, al menos no quedarme en el pie de la montaña. Tenía menos y supe aprovecharlo porque quizás eran otros tiempos y el hambre mordía las entrañas. Y llegó un día que no fui más a entrevistas de trabajo con los zapatos inmaculados y agujeros en las suelas, digno pero sin desayunar...

Sé que los hijos no son nuestros hijos, como decía Gibrán. También sé que no podemos vivir otras vidas sino la nuestra. Aunque duele ver cómo maneja la suya.

Tiene buen fondo, creo. Me atrevería incluso a decir que tiene buen corazón. Aunque es sordo. No físicamente, sino intelectualmente. Me reía cuando con esa acidez propia de los ingleses, en su serie Little Britain, la pareja a punto de salir le decía a la cuidadora que si el niño se despertaba le leyera un libro... A book? What's that? Cruel realidad.

Del mismo modo, tampoco él puede vivir mi vida. Y llega un momento en que uno se plantea si realmente merece la pena llevar esa rémora lastrándome.

Es de mal gusto culpar a nadie de los males de los demás... Sólo que no puedo olvidarme de que viéndolas venir, cuando apenas tenía seis años, le pedí a su madre que ejerciera más autoridad con él, que las ramas verdes se podían dirigir fácilmente... Es un niño, fue su respuesta, cuando tenga doce o trece años habrá tiempo. Ya los tiene y no hay.

Y me digo, si escribo de él será porque lo quiero. Y no lo sé. Lo que sí sé es que está lejos, muy lejos... Y es triste, muy triste, porque nunca me propuse que fuera esto o aquello. Eso debía decidirlo él. Mas nunca pensé que llegara un instante en que sólo fuera RAP, desidia, haraganería, mentiras y presunción.

En fin, una vez más...

Que quede entre nosotros



domingo, 5 de julio de 2009

JUGUETES ROTOS

Ni siquiera le pidió que lo quisiera. Nunca lo pidió.

Ella abrió el camino, una especie de reto, de desafío. Y ella lo cerró.

El muñeco tirado en el arcén de cualquier carretera olvidada.

No hay heridas a pesar de todo. No porque no hay nada que duela. No porque lo único que causa dolor es el propio dolor, el que él mismo se podría haber causado.

Fue honesto y justo todo el tiempo. Y leal.

Podría ser un juguete roto, pero yo sé que no lo es. Lo sé.

Shhh

Que quede entre nosotros