martes, 16 de junio de 2009

CALMA CHICHA

Así navego en los últimos días. Más escorado que de costumbre hacia hábitos ociosos.


Tengo miles de cosas por hacer y no sé si tengo vida para tanto.


En ocasiones pienso que haga lo que haga siempre quedará algo colgado, algo pendiente. O mucho.


Por eso, en estos días, me apetece dejarme mecer por las aguas a merced de un viento que no llega y de un calor que aprisiona espíritu y cuerpo.


Igual mañana comienza un nuevo día.


Que quede entre nosotros

2 comentarios:

virgi dijo...

Pues sí, seguro mañana empieza un nuevo día. Pasado también. Y el otro. Y el otro.
Déjate mecer, pero no pierdas de vista el horizonte.
Un saludo

Mephistófeles dijo...

¡Qué grata sorpresa! Verte ascender por la escala hasta mi goleta ha sido increíble por inesperado.

He de darte las gracias. A pesar del calor, a pesar de las cosas por hacer, a pesar de todo y a pesar de nada. Gracias.

No, no perderé de vista el horizonte, ése que se dibuja sobre el mascarón de proa. Igual es este viento que trae tu presencia lo que hinche las velas y reanude al fin la navegación.

Un beso.