domingo, 7 de enero de 2007

Primeros pasos

A pesar de que suelo huir de los tópicos, como imagino que muchos, el final es caer en ellos de bruces. Una buena caída en un charco. Propósitos, deseos, rectificación, rectificación, rectificación...

Y pretendo muchas cosas. Buscar el lado amable de la vida (a eso me habéis enseñado muchos en estas páginas), aunque verlo en algunas ocasiones sea una misión prácticamente imposible. Moderar mis impulsos hasta donde el corazón y el cerebro sean capaces de soportarlo. En resumen: Tratar de ser mejor.

Se hace difícil cuando en las postrimerías del 2006 y en los prolegómenos de este recién estrenado, uno ve abandonos de personas que quiere. Eso causa desazón aunque si he de ser fiel a mis nuevas líneas, he de sobreponerme. Libertad y mi hermano abandonan. Nunca sabrán cuánto echaré de menos el calor de su prosa.

Sí, como él, como mi querido e imprescindible hermano, pienso que el pasado se lleva consigo un montón de cosas (quiero llamarlas así), que no quería para mí, que simplemente ocurrieron. Quiero seguir atesorando la esperanza, la ilusión de que han de venir días mejores, días que destierren para siempre la soledad del alma, ésa que no se conforta con las risas cotidianas, ésa que está arraigada tan dentro que cuando inicia su escalada sin aviso, desde los confines del corazón y la memoria, aunque se esté rodeado de gente uno se siente irremediablemente huérfano de amor.

Sé que puedo fracasar aunque también sé que no voy a abandonar. Cientos de elementos alrededor harán que mi furia salte hecha pedazos en palabras escritas sobre mi cuaderno de bitácora. Sucederá, lo sé. El objetivo, el propósito es no desilusionarme. Pensar que el amor se desplegará con sus algodonosas alas sobre mí y besará mis labios.

No quiero comenzar siendo o pareciendo, que a veces suele confundirnos, desarraigado. Es mucho lo que me habéis dado y me dais. Al abrigo de vuestros puertos he refugiado mi goleta antes y después de tremendas tempestades. He recibido vuestro calor y vuestra dulzura.

Así pues, izo mis velas con buen equipaje. Todo está listo en la bodega para zarpar, para trazar nuevos caminos en esta navegación que deseo llevar adelante.

Deseadme suerte y buenos vientos.

Que quede entre nosotros

6 comentarios:

Abir dijo...

Me saltaron las lágrimas con tu post. Quisiera poder abrazarte!
Pero veo que has elegido un buen camino. Iza velas amigo.
Que el viento te sea favorable!
Que las estrellas y la luna te guien a dónde quieras llegar!
Y si en algun momento no las ves, recuerda que nosotros seremos tu faro para llegar a buen puerto.
Un beso,

. dijo...

Yo soplare desde el muelle, hasta extenuarme, hasta vaciar casi por completo mis pulmones con tal de llenar tus velas, de empujarte hacia nuevos y gratos descubrimientos, hacia ensenadas donde fondear de placer.
Prospero y venturoso viaje.

Anónimo dijo...

Por lo que me toca a mí personalmente, sólo decirte que era hora de cerrar mi blog, pero no de desaparecer. En mi caso no es un abandono, simplemente un cambio. En el caso que fuera un abandono, sería uno a algunas cosas mías que sólo me pertenecen a mí, pero nunca un abandono a las personas que quiero. Sería incapaz de abandonar a las personas que como tú, han llenado una parte tan importante de mí, mes tras mes, sin esperar nada a cambio, y siempre acompañándome.
Sé que estos nuevos caminos de navegación nos llevarán a buen puerto, descubriremos cosas juntos y nos "daremos cuenta" de cuantas cosas hay por ahí para nosotros...

Seguiré aquí, y te dejo mil besos llenos de aires de libertad.


Libertad

. dijo...

¿Te confieso de "verdad de la buena" que es lo que más me apetece?

Atar con una cuerda mi barquita cansada, a la popa de tu barco.
Cerrar los ojos, sentir el calor aletargante del sol y las gotitas de agua salada al chocar salpicándome. Dejarme llevar…

Mephistófeles dijo...

Con tanto calor, con tanto soporte, con tanta brisa cálida ¡cómo no navegar!
Abir: Es hermoso lo que dices, y gratificante, y tierno. No me gusta que mis palabras provoquen lágrimas. Sí tu abrazo.
Nekane: Tú tienes fuerza, coraje, sentimientos nobles y un corazón que no te cabe en el pecho. Con esos ingredientes ¿para qué quieres venir lastrada a mi goleta si tú eres una gran navegante? No dejes de ser tú.
Libertad: Toda partida entraña abandono. De lo pasado, de lo hecho. Aunque nos sirva de sostén para dar el siguiente paso. Ojalá que pronto, como quieras hacerlo, vuelvas a escribir, a dejarnos páginas de tu vida para nuestro solaz. Gracias por tus besos envueltos en esos aires que ya echo de menos.

Que quede entre nosotros.

. dijo...

Todo los días tengo presentes tus palabras, tus sentimientos, tu animo y aliento... ¿y sabes? tienes razón
¡Qué pancha! querer atarte un cabo para que remolcases... con lo gruñona que soy, seguro que no llegabamos a acuerdos sobre la ruta a elegir ¿o sí?

Un beso.

Venga hombre, que te de un poco el sol, que el moreno siempre favorece... ¡color de ricos! dicen...
;)