martes, 23 de enero de 2007

Mis, tus, nuestras, vuestras... caricias

De repente uno se ve inmerso en una nueva-anciana andadura. Viejos camaradas de largos trayectos motorizados, se hartan de un villano del que yo me harté hace dos años o más, y se produce el reencuentro. Sí, bordeando el cabo, cuando me dirigía a esa hermosa cala en que descansar después de los excesos que se llevó el año viejo y con los que comenzó este nuevo.

Y como si quisiéramos recuperar todo el tiempo vacío de nosotros, ahora los excesos. Las salidas, las reuniones, los almuerzos... En fin, que sólo me pasa que estoy ebrio de esta nueva etapa.

Pero de soslayo, mientras ando en esto y aquello, observo la ternura, la preocupación... Las caricias. Que son nada más y nada menos que eso, que hermosas caricias que me regaláis y que yo, en silencio, os devuelvo cada segundo de mi vida. Mis caricias, tus caricias, nuestras caricias, vuestras caricias.

Es hermoso sentirse. Palparse el alma y darse cuenta de que está exultante, porque hay mil razones, brotes nuevos, cosechas aparentemente perdidas; anidando en ella.

Para mayor gozo, el pasado domingo también fue miércoles, y además, aunque empeñado en protestas de encordadas, al final cantó... ¡Dios cómo canta! En realidad ¿hay algo que no haga a la perfección?

Y viene E desde el otro lado del mundo...

En fin, que tenéis que perdonarme tanta actividad desmadrada.

Aunque sabéis, porque así lo siento y lo proyecto, que os quiero.

Que quede entre nosotros

4 comentarios:

Abir dijo...

Si tu ausencia se debe a eso, a que estas VIVIENDO intensamente esta nueva etapa, entonces mi preocupación se torna alegría.
Lo sé. Yo también te quiero.

Anónimo dijo...

Me alegra que estés tan bien.
Disfrútalo.
Besos

. dijo...

¿Tú crees que si tú no hubieses rozado nuestra alma, con ese cariño que ya conocemos, ibamos a estar aquí saludandote desde el Puerto a cada salida con el pañuelito en la mano?

Besos de quien siempre deseará que te suceda lo que solo tú sabes que necesitas que te ocurra.
Nekane

Anónimo dijo...

Hay veces que sobran las palabras...

Te acaricio.