domingo, 28 de enero de 2007

Quads, ATV's, Gilipollas y Autoridad Competente

En este país nuestro, la figura del idiota que jode a los demás, cada día está más extendida.

Hace tiempo que opté por irme a hacer marcha con mis perros por caminos agrícolas de tierra, harto de que los asfaltados los asaltaran los hijos de... haciendo carreras cuando la limitación es de 40 y bien explícita y exhaustivamente recordada. La verdad es que cualquier día podía morir a manos de una de esas bestias.

De un tiempo a esta parte, los gilipollas que tienen cuatro perras y optan por este tipo de vehículos (los señalados en el título), se dedican a salir por ellos pero cuando ha llovido, así se ponen hasta las trancas de barro (y lo de las trancas aquí está más apropiado porque son más burros e incívicos que los animales que les dan origen). Y seguro que llegan a casa victoriosos para que la Mari de turno les deje los uniformes como la patena y volver a revolcarse en la próxima ocasión.

El problema es que si un vehículo agrícola, ya sea tractor o cualquier otro que desplace peones a los campos, circula por ellos, los compacta, los hace más transitables, pero estas acémilas con sus acelerones y sus derrapes, convierten hermosos caminos en lugares intransitables.

Y así volvemos mis chicos y yo, hechos una pena por tener que caminar sobre montones de barro removido.

Pero no sé de qué me extraño. En este país nuestro, de nuestras miserias, los derechos de los demás casi siempre tienen que quedar por encima de los nuestros. Es decir, pisotea que algo queda.

Mientras tanto, la autoridad competente (¿?), al contrario que hacen en el Reino Unido, que para evitar estos desmanes, los persiguen y en la segunda ocasión que los pillan, les retiran los vehículos; aquí se la rasca.

Y fijaos bien que incumplen una de las premisas de cualquier administración, que es recaudar. Porque si salieran a darles caza, no sólo lo harían por el destrozo medioambiental que provocan, sino que además sancionarían que la mayoría de ellos los han matriculado como vehículos agrícolas, siendo claro que el uso que les dan es notoriamente distinto. No debe interesar al tratarse de naturaleza.

Así pues, queridos, en este día, me cago en las muelas de todos estos energúmenos, incívicos, desalmados y defraudadores, que pretendiendo ser más modernos que nadie, nos joden los pocos rincones que ya nos van quedando para disfrutar de la naturaleza como Dios la trajo al mundo.

Sois unos putos macarras.

Que quede entre nosotros

2 comentarios:

. dijo...

Querido Mephistofeles me encuentro de capa caída,tal cual, bien que la arrastro sin garbo alguno…

Cansada de bregar, de protestar y clamar contra tanta estupidez e incivismo que solo parece afectarnos a los mismos.

Campañas de concienciación a favor de esto y de aquello también, que solo consiguen su efecto en aquellos para los que eran absolutamente innecesarias.

Leyes que no se cumplen. Justicia que no se imparte. Derechos que son pisoteados y obligaciones que solo existen para unos, para los mismos…

Universo de caos. Y estamos inmersos en él.
Un saludo.
Sé que quedará entre nosotros, como siempre…

Anónimo dijo...

Este post me recuerda al primero que leí tuyo. Lleno de ganas de lucha, de luchar por lo que quieres cuidar. Me gusta y por supuesto me gusta la posición de nuestra amiga Nekane, también llena de energía, y que aunque diga que se siente cansada, sólo es momentáneo.

Cuando se trata de defender algo que quieres, me gusta tu postura, y también la tuya, Nekane.

¡Qué suerte querer a ambos!