miércoles, 15 de noviembre de 2006

Ambiciones

La vida llena, o casi llena, o vacía. Casi como la del resto del mundo, consciente o inconscientemente.

Sin excesos y con ellos. Con afectos y sin ellos. Como casi todo el mundo.

Acomodado en la incomodidad, incómodo en el acomodo. Como todos, o casi todos.

Deseando y evadiendo, dando y excluyendo. Como la mayoría.

No soy diferente y lo soy. Como el resto de mis congéneres.

Una vida normal y opuesta a la normalidad. Así como las otras.

Con deseos vehementes y lasitud. Aproximadamente.

La vida llena, o casi llena, o vacía... Según días, según instantes, según personas, según afectos...

Pero más allá hay unos labios cálidos y húmedos que esperan. El sueño.

En algún lugar, un cuerpo con el que compartir deseos y humedales.

Ambiciones. Sueños. Espejismos... Casi lo de todos, o lo de todos.

Y la vida llena, o casi llena, o vacía, continúa, sigue perseverante hacia la consecución de las ambiciones, de los sueños, de lo que ahora sólo son espejismos.

Todo dicho y por decir.

Porque siempre hay un lugar para un soplo de esperanza ¿dónde habitan esos anhelos parejos?

Que quede entre nosotros

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido Meph,
Ciertamente siempre, siempre, hay lugar para la esperanza. Soy una de sus más fervientes admiradoras(de la esperanza y de usted ;)
Sigue soñando, alguna vez, los sueños se tienen que cumplir ¿verdad?
Te devuelvo un beso ;)

. dijo...

“¿Dónde habitan esos anhelos parejos?”
En ti, en nosotros, en todos aquellos que aún, en iguales o distintas proporciones esperan y desesperan, creyendo posible lo que quizá nunca pueda serlo, pero creen, creemos... Apaciguando y avivando. Avivando y apaciguando…
Hombre de tanta fe…
Yo te tengo fe…

nadie dijo...

Así es... debemos perseverar en la consecución de nuestros sueños. ¿Y qué más da si aún son sólo espejismos? Confiemos en que algun día seran realidades.
Y cuando dudes yo te alentaré. Y cuando dude yo, me alentarás tu.
Un beso,