miércoles, 29 de noviembre de 2006

Allí estaba él

Solemne y próximo cuando nos dirigió su aserto. Presentando en El Corte Inglés su nueva obra "4 Poemas de Miguel Hernández y una canción de cuna", tercera de la saga Poetas para todos. Y nos habló de sus sentimientos, de lo que condena de esta sociedad inmersa en el consumismo, de su esperanza de que el futuro seamos capaz de construirlo mejor. Disertando sobre su libro y sobre el interior, lanzando señales claras de confraternización, de solidaridad, instándonos a olvidar el dolor, a perdonar, a ser más humanos, más nobles.
Mi hijo (la tarde de los martes la pasa conmigo), estaba entusiasmado, ensimismado. Bien es cierto que lo adora, como yo. Mas también lo es que tiende a dispersarse, a escapar de cualquier realidad que no sea la suya. Ayer fue distinto. No pestañeó y al final me dijo cuánto le había gustado.
En ocasiones pienso que toda esa actividad en la que ahora está inmerso, lo acabará alejando. No es un lamento porque sé que nadie puede vivir la vida de nadie y él tiene derecho a vivir la suya. Crece sin pausas, inicia proyectos y los ejecuta en plazos increíbles. Me sorprendió con lo que será su visión sobre la Vida y Pasión de Cristo. Ya es, en una semana, una realidad. No son garabatos, bocetos, es tangible, está ahí.
No sé, quizás pensaréis que es el apasionamiento. Pero es tan real como estas palabras, como estas líneas.
Y además convertimos un martes en miércoles porque también ayer comimos juntos. La fiesta fue total.
Y además, perdóneseme la reiteración, hoy es miércoles.

Que quede entre nosotros

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Tú hermano, no podría estar más de acuerdo contigo, siempre es próximo (sabe adecuar su discurso a aquellos que le escuchan, y sabe acercarse a la gente, es capaz de hacerles pensar).Creo que resulta solemne, porqué eres capaz de darte cuenta, que su disertación es profunda, y todo él se inviste de un aire de solemnidad (no porque lo él lo busque, sino porqué tú eres capaz de darte cuenta de lo que está contando).
No me extraña, lo más minimo que tú hijo se quedase totalmente embelesado escuchandole. Mi hija siendo mucho más pequeña, desde el principio se quedaba embelesada sólo mirandole (no soy la única que apreciaba esta circunstancia). Y a pesar, de las pocas ocasiones en que se han visto, me habla mucho de él (y siempre es toca la guitarra, canta, pinta , como no se van a quedar embelesados, lo que hace es Arte).
No temas, si crece, avanza, encuentra nuevos caminos. No sé alejará, sólo será alguién más pleno, que te transmitirá mucho más igual que tú a él. Tú sabes, que nunca se alejará, siempre estará ahí en tu corazón (osea que cuando quieras podrás volver a visitar uno de tus miércoles). Seguro, que lo sabes

nadie dijo...

Qué bueno que te tenga a ti para compartir ese crecimiento imparable.
Brindo por su nuevo trabajo y vuestra alegría ¡¡chín-chín!!

Anónimo dijo...

Me siento feliz al leerte.

Es fantástico ser personas de los miércoles, yo también lo fui. Ahora soy de los martes. Cambio de día, pero no de sentimientos.

Sé que estarás orgulloso de su crecimiento y lo vivirás dentro de ti como un crecimiento personal también.

Besos

. dijo...

"...sé que nadie puede vivir la vida de nadie y él tiene derecho a vivir la suya."
Este sentir tuyo hace que no te saque del mío...
Un beso
Disfruto de todo lo bueno que te esta acariciando...

Anónimo dijo...

Querido Meph,

Estoy convencida de que él es capaz de abarcar toda su inmensa actividad sin dejar nada por el camino, al menos nada importante.

Muchos, muchos besos para tí.