miércoles, 14 de diciembre de 2005

Silueta nocturna

De repente, casi como suceden todas las cosas que sorprenden, abro mi correo y hay una nota de silueta nocturna, y al día siguiente otra. Y no sé cómo ponerme en contacto con "ella". Y no sé de qué me sorprendo, porque debía haber pensado que al exponer mis pensamientos, mis tonterías, mis debilidades; me aventuraba a que algo así pudiera sucederme. Como decía Paco El Bajo dirigiéndose al Quirce: "Caprichos de la gramática", aunque aquí habría que cambiar gramática por informática.
Pues eso, que me he quedado a merced de las olas. Que no sopla viento que infle mis velas para que mi bajel vuelva a navegar sin pausa. Se detienen los pulsos y el sentido comienza a ser un sinsentido. Y en esta calma chicha no deseada, espero que llegue esa carta que tenga remite o que me diga al menos dónde está su cuaderno de bitácora, para que a través de sus experiencias de navegante, pueda intentar conocer a quien gratuitamente me está conociendo. Cambiar impresiones alguna vez. Romper silencios.
También podría suceder que esa carta nunca llegara. Mas no arruinará esa ausencia el viaje emprendido. No malogrará el casco de mi nave ni rasgará sus velas. Es tanta la soledad sentida, tantas horas de navegación sin más sonido a mi alrededor que el silencio, que con él, puedo vencer cualquier tempestad, marcar de nuevo el rumbo y continuar mi viaje hasta el último puerto.
Que quede entre nosotros

1 comentario:

Anónimo dijo...

Interesting website with a lot of resources and detailed explanations.
»