jueves, 3 de agosto de 2006

Carta a mi amigo Plateado

Amigo mío:

Tu botella, mecida por las olas y arrastrada por las corrientes, golpeó el casco de mi goleta en medio de la noche y me despertó de un sueño de siglos.

Pardiez que me asombran tus comentarios sobre lo que denominas "tu limitada imaginación". Cualquier navegante que se tercie, no sólo leerá tus textos, sino que volverá a ellos tantas veces como surque los mares ávido de encontrar ese tejido noble y escaso, fibra de corazón, con que bordas cada palabra de tus textos.

Voto a bríos, que ubicas con experta precisión el lugar de tu nacimiento. Y no menos alto es mi juramento cuando observo que éste se produjo 48 días antes que el mío, también en La Mancha, en su corazón. Allá por donde anduvo perdido el caballero de la triste figura, en el eje de poblaciones que a buen seguro te sonarán: Campo de Criptana, Miguel Esteban, Villafranca de los Caballeros, Herencia, Tomelloso... Sí, ahí, en Alcázar de San Juan.

No salí de la patria chica con mis padres, sino solo. A buscarme la vida, a hacer algo más de lo que podría haber hecho allí. Y recalé en Madrid a finales de los 60. Y a mediados de los 70, cuando trasladaron a mis padres a Valencia, me vine a esta tierra. Y, no sin antes haber alcanzado lugares que había soñado de pequeño (o sea, hacer realidad mis sueños), las envidias y los recelos de los demás les empujaron a urdir una trama que, muy a su pesar, no les salió como esperaban aunque consiguieron su propósito de retirarme. Así pues, amigo mío, heme aquí en la misma posición que tú, haciendo lo que me place hacer, disfrutando de mis perros y mis gatas, de mi scooter y mis amigos, de todo aquello a lo que sin darme cuenta, negligentemente, había renunciado. Con una indemnización que me permitirá llegar a la edad de jubilación, hoy disfruto de la vida, con una energía que antes malgastaba y que hoy utilizo en vivir.

Aunque ya percibía, como te dije, que algo así pudiera haberte acontecido, tu narrativa, aparte de la congoja que supone saber que un amigo ha sufrido de ese modo tan salvaje, está salpicada de ese talante alegre del que ha vencido las dificultades y se emplea a fondo en una lucha diaria con la vida para estar siempre en primera línea.

La descriptiva de tus narraciones es mucho más rica en matices que la de muchos que pretenden ver. Tú estás muy por encima de personas que teniendo esa facultad que a ti te negó la vida, empobrecen su vida día a día malgastándola sin más horizonte que la monotonía de los seres pequeños.

Y sí, amigo, te presto un faro para todo este verano. Aunque no creo que puedas divisar mucho más.

La vida está llena de heroísmo y tú eres uno de esos seres intrépidos y valientes que se enfrentan a ella con una carga de optimismo que ya quisiera yo.

¿Sabes? Me enorgullece en grado sumo considerarte AMIGO. Así, con mayúsculas.

Había pensado, en una de esas jornadas en que mi viejo cascarón trataba de zafarse de las corrientes que lo arrastraban hasta peligrosos arrecifes, que pasada esta calima y los calores que la provocan, podíamos quedar un día, en tierra firme, a mitad de camino entre tu puerto y el mío, para degustar una agradable comida y una no menos agradable charla.

¿Tortosa? Un gran lugar para saborear excelentes preparados culinarios. ¿El otoño? Una excelente estación para disfrutarlos aún más.

Aprovecho que la mar se encrespa y dejo con cuidado mi botella sobre sus crestas de espuma, y la veo alejarse hacia tu catamarán donde llegará a buen seguro.

Un fuerte abrazo.

Que quede entre nosotros

3 comentarios:

. dijo...

Disculpen…
Yo también me cuelo, un momentin de nada, (respetando su correspondencia personal)

Como supongo que será este ultimo mensaje el que más ojees a falta de tiempo. Saludarte, agradeciéndote la visita, y ya me quedo tranquila sabiendo que los menesteres que mantienen tu goleta en dique seco son los de ocupaciones personales, lógicos como bien dices en estas épocas estivales…

Disfrútalas en la medida que te sea posible, y ya sabes que quedo a la espera de tu pronto regreso.

Sigue queriendo mucho a tu familia de distintos pelos y colores, aunque sé que lo haces. Y cuídate mucho tu igualmente…

No lo digo por que sí, mi casa es tu casa querido Mephistofeles.
Un besito.

. dijo...

Gracias por algun que otro tiron de orejas...

. dijo...

No me importan los limites, es más los necesito como las normas…
Creo en el respeto, pero yo imperfecta, y desequilibrada, necesito riendas que corrijan mis desmanes.
Agradezco correcciones en las formas, en los contenidos y que cuando me vean sacar los pies del tiesto me llamen al orden, y a ti Mephistofeles te ha tocado más de una vez, darme esa llamada de atención, dame un toque…

Te lo agradezco, porque la exaltación, las energías mal encaminadas no llevan nunca a buen puerto.
Es mejor achicar agua, de a pocos, que dejar que ocupe tres palmos del suelo y tener que tirarse por la borda. Así pues, gracias. Se puede decir lo mismo, pero cuidando las formas, ¿soy o no una dama?, a veces me lo pregunto…

Un beso. Creí que alguien, algún día me diríais donde se encuentra la tierra prometida, tu que viajas tanto, que tienes tanta sabiduría acumulada, dame pistas…