miércoles, 22 de febrero de 2006

Feliz, feliz, feliz...

Tremendamente feliz. Recibiendo llamadas, mensajes, correos..., de la gente que me quiere y que sabe cómo soy feliz. Esto es lo que realmente merece la pena de la vida. Este reencuentro selectivo con la gente, este abrazo sincero y lleno de afecto.
Por eso hoy, desde las primeras luces del día o incluso antes, mi sonrisa es la proa de mi corazón, extendiéndose por calmosos mares de cariño y ternura.
La vida sigue siendo una aventura que merece la pena.
El amor, cualquiera que sea la indumentaria con la que se vista, lo mejor de la vida.
Gracias.
Que quede entre nosotros

1 comentario:

Anónimo dijo...

Very best site. Keep working. Will return in the near future.
»