lunes, 5 de febrero de 2007

Su última carrera

Todo ha sucedido en segundos, como cualquier tragedia.

Regresaba a casa a mediodía y, al entrar en la urbanización, a unos cinco metros de mí, he visto a ese gatito que veía habitualmente, realizar un salto imposible. No podría decir cual ha sido la causa.

La valla a la que trepaba huyendo de los coches, ésa que era “pan comido”, de repente ha sido como un muro infranqueable. Le he visto saltar y golpearse en la cabeza con un ruido sordo. Caer de nuevo al suelo retorciéndose en medio de la calzada, como queriendo aferrarse a algo que ya no existía, hasta quedar inmóvil.

He detenido el coche y he bajado.

Un cordón de sangre manaba de su boca y sus esfínteres habían dejado de actuar. Allí estaba, con los ojos abiertos de asombro, la boca entreabierta y una meadita empapándole sus cuartos traseros. Quieto, inmóvil, lejos de sus carreras y sus miradas al pasar.

No sé qué ha pasado, Dios. No lo sé. No podría decir si lo ha golpeado antes un coche o ha sido su huida pavorosa y desesperada, pero ya no volveré a verle al pasar con mi coche.

Lo he cogido con mimo y lo he dejado sobre la acera. De verdad que no se me ocurría nada más que pudiera hacer, que evitar que fuera atropellado y destripado hasta quedar reducido a su piel.

Y me he venido llorando desconsoladamente porque no me gusta verle la cara a la muerte. Aún me atenaza ese nudo que se empeña en no dejarme respirar por evitar más lágrimas.

Descansa en paz gatito blanco y negro que me mirabas al pasar.


Que quede entre nosotros

2 comentarios:

. dijo...

Sabes que lo siento y mucho... Por él y por ti.
Un abrazo

Vientos Alisios dijo...

Lo siento muchísimo. Me has recordado a un episodio que tuve que vivir, no hace mucho, cuando mataron a un gatito en la puerta de mi casa. Era callejero, pero mi madre le daba siempre de comer, como a otros.
Mi padre lo recogió de la carretera, mientras yo limpiaba la sangre y restos de vísceras. Lo hicimos rápidamente para que mi madre no tuviera que pasar por ese mal trago.
Todavía lo tengo presente...